Robótica
En la complejidad misma del
cerebro humano, y todo hace pensar que llevara su buena dosis de tiempo.
Mirándolo desde esta perspectiva, parece ser que la naturaleza se las ha
ingeniado para crear una maquina por demás compleja.
Es interesante saber que cada
neurona se comporta como una pequeña computadora, y por tanto, el cerebro
cuenta con una enorme capacidad de procesamiento paralelo. Sin embargo, tampoco
debemos perder de vista que el funcionamiento biológico del cerebro humano es
muy lento cuando se lo compara con la velocidad electrónica de las
computadoras. En términos generales, la discrepancia radica en que las
computadoras cuentan con un único procesador que trabaja a velocidades
asombrosas, mientras que el cerebro humano tiene millones de neuronas que
trabajan en forma paralela, intercomunicándose unas con otras.
Nuestra computadora alcanzar al
cerebro humano? Se estima que de aquí a varias décadas las computadoras
alcanzaran la capacidad de procesamiento del cerebro humano. A partir de
entonces, existirá el hardware necesario para simularlo.
Otra epopeya que tendremos que
afrontar tiene que ver con descifrar la forma en que las neuronas codifican la
información dentro del cerebro humano, y desde luego, habrá que copiar ese
método de funcionamiento en el cerebro electrónico.
Sin ir mas lejos, es bueno saber
que ya existe un ambicioso proyecto denominado Blue Brain, el cual pretende
simular la capacidad de procesamiento del cerebro humano para antes del año
2015. Esta epopeya sería posible mediante una gigantesca computadora que en su
interior incluirá miles de procesadores trabajando en forma paralela. Gracias a
este enorme poder de cálculo, estaríamos en condiciones de simular el
funcionamiento de cada una de las 100.000 millones de neuronas que posee el
cerebro humano. Además, es bueno saber que no solo se trata de una
megacomputadora construida por IBM, el proyecto también incluirá un variado
pelotón de investigadores que abarca desde especialistas en computación, hasta
neurólogos especializados en el funcionamiento de las neuronas.
Tampoco debemos pasar por alto
que esta gigantesca computadora del año 2015, podría llegar a ser equivalente a
una PC hogareña del 2040, y a este nivel ya estará divisando a donde quiero
llegar.
Otro aspecto a considerar es que
el futuro traería consigo tecnologías más poderosas, lo que implica que los
procesadores de silicio dejarían de ser planos para dar paso a una nueva
generación de procesadores cúbicos. Esto significa que tendrían forma
tridimensional, además de emplear materiales más nobles y miniaturizados como
bien podrían ser los nanotubos de carbono. Todo esto se traduciría en miles de
procesadores que trabajan en forma cooperativa.
Avanzando un escalón mas hacia el
futuro, estos procesadores podrían disponer de una estructura organizativa
similar a las redes neuronales del cerebro humano, y seria un gran avance
porque evitaría tener que diseñar costosos software de inteligencia artificial.
Para que se entienda mejor, estamos hablando de un procesador que en si mismo
seria una replica electrónica del cerebro humano. Es así, como a las bondades
de la mente humana se sumarian las cualidades de la electrónica, que se plasman
en velocidades instantáneas y una memoria sin límites.
Otra cuestión que debemos
considerar es que para crear un robot con cerebro humano será necesario idear
un software que oficie de traductor de estímulos. Esto es así porque el cerebro
del hombre recibe información de sus sentidos (vista, olfato, gusto, tacto), y
como bien sabemos, se trata de sentidos biológicos, mientras que el robot
recibirá estímulos artificiales que le llegan de las imágenes de video,
micrófonos, piel artificial, y por estas razones será necesario traducir las
imágenes de video para que estén en un lenguaje compresible al cerebro neuronal
del robot. Recordemos que el robot tendrá un cerebro electrónico que funciona a
imagen y semejanza del cerebro humano.
Del mismo modo, se crearan
software de traducción para que las órdenes del cerebro sean traducidas a
señales electrónicas, por ejemplo para dar movimiento a los músculos artificiales
del robot.
Con el propósito de profundizar
un poco más en el tema de los robots con cerebro humano, a continuación les
responderé las preguntas más usuales que presumo se hará el lector.
¿Tendrán vida propia? El sentido
común nos dice que llevara una buena dosis de tiempo resolver los aspectos
técnicos antedichos, pero una vez solucionados tendríamos un robot con cerebro
electrónico que emula el funcionamiento de las neuronas. Por supuesto que esto
implica que se comportaran como seres humanos, y por lo tanto serán capaces de
experimentar emociones reales, como el amor, o el enfado. Tampoco debemos
perder de vista que tendrán conciencia del mundo exterior que los rodea, esto
equivale a decir que querrán gozar de los mismos derechos que tenemos los seres
humanos, y desde luego que les concederemos esas libertades. Me refiero a
derechos como el trabajo, la posibilidad de viajar, o de vivir en pareja,
además de planificar su existencia tal como lo hace cualquier ser humano.
¿Cómo serán sus sentidos?
Partimos de la base que los robots tendrán una visión electrónica que se vale
de cámaras muy sensibles, es así como se beneficiaran de un sentido de la vista
muy desarrollado. Esto implica que podrán realizar una ampliación de las
imágenes “zoom” apreciando detalles que son indistinguibles para el ojo de
cualquier ser humano. No es poca cosa si consideramos que esta cualidad les
permitiría ver a la distancia; basta decir que podrían leer la letra chica de
un cartel publicitario que se encuentra a 100 metros de distancia, sin pasar
por alto que también podrían analizar superficies microscópicas.
Dejándome llevar por la
imaginación de lo que es tecnológicamente posible, serían capaces de evaluar
los diferentes espectros de luz, y entre ellos el infrarrojo. Lo anterior
implica que podrán ver en la oscuridad, además de detectar fuentes de calor,
campos energéticos, y campos magnéticos. Para darnos una idea de su utilidad,
basta decir que cuando el robot vea un objeto, líquido, o mancha, podría
decirnos de que sustancia, o material se trata, desde luego que para que esto
sea posible contara con una base de datos donde memoriza el color que tienen
los diferentes materiales en cada espectro de luz.
Tampoco debemos pasar por alto
que los robots se beneficiaran de un sentido muy refinado del oído y olfato.
Con sensores como estos, queda claro que tendrán una percepción muy refinada de
la realidad, algo que les permitirá distinguirse en muchas profesiones.
La pregunta que se hace todo el
mundo es ¿Llegaran a superarnos? A medida que el hombre vaya descifrando el
jeroglífico que le entraña su propia biología, también comenzara a desarrollar
inteligencias sintéticas equivalentes, y mas tarde sus creaciones lo superaran.
Por raro que nos pueda llegar a resultar, esto es algo que esta impreso en la
semilla de la evolución misma.
El hombre será capaz de crear
robots super-inteligentes, esto es posible mediante un cerebro electrónico que
emula el funcionamiento neuronal. Pero, la diferencia radica en que incluirán
muchas más neuronas, además de funcionar a velocidades infinitamente superiores
a las del cerebro humano.
Para darnos una idea de lo que
podría ofrecernos la tecnología del futuro, alcanza con decir que la cantidad
de neuronas, y su capacidad de procesamiento paralelo, podrían ser equivalentes
a la sumatoria de 1.000 cerebros humanos. Ahora bien, con capacidades como
estas, tan solo imaginemos el grado superlativo de inteligencia y creatividad
que podrían alcanzar estos robots. Tampoco debemos perder de vista que este
gran cerebro estaría conectado a Internet en forma inalámbrica, lo que se
traduce en un cerebro con saberes universales y capacidad de comunicación
telepática. Añadámosle un disco duro con miles de Gigabytes, y el robot gozara
de una memoria infinita.
¿Podrán autoreplicarse los
robots? También podrían crearse robots que se autoreplican a si mismos. En este
aspecto, imaginemos una industria que se dedica a construir robots, y para
conseguir este fin, se vale de sus mismos robots como mano de obra para
fabricar los nuevos modelos. Ahora bien, tengamos en cuenta que para lograr la
autorreplicación, estos robots tendrían un conocimiento que los capacita para
crear y armar sus propios componentes. Por supuesto que también contaran con un
conjunto de herramientas, maquinas y materiales necesarios para la creación de
los nuevos modelos. Tampoco debemos perder de vista que los robots tendrán la
capacidad de innovar y hacer uso de su creatividad, y se trata de una gran
virtud si consideramos que les permitirá crear nuevas generaciones de robots,
que obviamente, serían más capaces e inteligentes que las versiones anteriores.
¿Podrán crearse robots que
suplanten a humanos? Si, en el futuro lejano esto también podría ser posible.
Paso a explicarles en que consistiría todo esto, partimos de la base que en
aquellos tiempos del futuro lejano ya existirán escáneres tridimensionales que
sean capaces de escanear el cerebro humano, lo que implica identificar las neuronas
y su relación tridimensional entre ellas. A partir de entonces, esa estructura
neuronal podría ser llevada a un software de inteligencia artificial que se
vuelca en el robot.
Para ser mas concreto les
mostrare su campo de aplicación: supongamos que una familia decide guardar una
copia escaneada de la estructura neuronal de sus cerebros, algo que seria de
gran utilidad cuando alguno de ellos deba ausentarse del hogar. Mirándolo desde
esta perspectiva, la madre podría salir a trabajar, y sustituirse a si misma
mediante el robot del hogar. Ahora bien, para que esto sea posible, insertaría
un disco en la lectora del robot, y a partir de entonces, el robot asumiría el
rol de ella, lo que implica comportarse como ella, hablar como ella, y razonar
como ella. En este sentido, no nos olvidemos que se trataría de una copia
cerebral de la persona que se ausento.
Avanzando bastante mas en la
maquina del tiempo podríamos encontrarnos con robots capaces de leer el código
genético de las personas. Paso a explicarles en que consistiría todo esto:
estamos hablando de insertar un disco con información de ADN, o acercar a un
escáner una muestra de piel, todo esto para que el robot lea el código genético
de esa persona y calcule su evolución neuronal y física. A partir de entonces,
el robot asumiría el rol de esa persona, lo que implica pensar y reaccionar
como ella.
En aquellos remotos tiempos del
futuro, mucha gente podría comprar discos que almacenan el código genético de
personas sabias, famosas, carismáticas, o bellas, todo esto con la intención de
instalarlo en el robot de su hogar y tener una replica de tales personalidades.
Pero hay mas sorpresas, si pensamos que en el robot también podrían
configurarse ciertos parámetros como la edad, o algunos aspectos sociales, culturales
y familiares de la persona a emular. Por ejemplo, nos podría interesar que el
robot sea una replica de Arnold Schwarzenegger, pero a la edad de cinco años.
Llegando aun mas lejos, el robot
podría emular el comportamiento de otros seres vivos. En este sentido, bien
podríamos ingresar el código genético de una mascota con el propósito de que se
comporte como ella.
A estas alturas, es posible que
algún que otro lector comience a pensar que el autor se ha remontado demasiado
lejos en sus anticipaciones futuristas. Pero, tratándose de un libro que habla
del futuro, siempre es bueno llegar hasta el más extremo de todos los extremos.
Nuevamente, debo decirles que estos avances no se darán en la próxima década,
estamos hablando del futuro lejano, lo que implica ir bastante mas allá del
siglo XXI.
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